domingo, 29 de enero de 2012

Simposios del XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena, Arica 2012.

Asistentes al XIV Congreso Nacional de Arqueología Chilena en Copiapó, 1997 (Foto L. Cornejo). Tomado del Libro Chile antes de Chile. Prehistoria. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago.
 
Entre el 08 y el 12 de octubre de 2012 se llevará a efecto el XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena a celebrarse en la Ciudad de Arica. Este congreso es organizado por el Departamento de Antropología de la Universidad de Tarapacá y la Sociedad Chilena de Arqueología.

Recientemente se publicó la Segunda Circular donde se anuncian los simposios temáticos y regionales y se hace un llamado a presentar resúmenes a los expositores con plazo límite hasta el 30 de abril de 2012.

SIMPOSIOS TEMÁTICOS


SIMPOSIO 1.
KEROS DE MADERA INKA Y COLONIAL: AVANCES TÉCNICOS DE INVESTIGACIONES RECIENTES

Coordinadores:
Emily Kaplan (Smithsonian National Museum of the American Indian)
Abelardo Sandoval (Smithsonian National Museum of Natural History)

Comentarista:
Valentina Figueroa

Es particularmente importante considerar que frente a la ausencia de una documentación histórica, los resultados de un proyecto multi-disciplinario y multi-institucional que investiga los materiales y métodos de manufactura de keros de madera policromados Inka y Colonial, han proveído información significativa que contribuye al conocimiento sobre la producción de keros. Nuestras técnicas de análisis y de conservación complementan  el  trabajo  previo  de  historiadores  del  arte,  etnohistoriadores  y  arqueólogos. Particularmente, nuestro trabajo técnico contribuye por primera vez, con evidencia científica sobre cronología,  propuesta  por  otros  estudios  basados  en  estilo  e  iconografía.  Las  contribuciones  que  se proponen para este simposio incluyen una discusión sobre la cronología, métodos de manufactura, importancia cultural, y materia prima utilizada para la producción de keros para los períodos Inka a Colonial tardíos. Nuestros resultados indican el continuo uso de algunos materiales desde épocas pre-Inka, mientras algunos otros resultados se reportan por primera vez. Un ejemplo importante nuestro, es el descubrimiento de un pigmento, que antes no se había reportado, y cuyos orígenes se ubicarían en las cercanías de Arica.

SIMPOSIO 2.
LA “LITERATURA” ARQUEOLÓGICA COMO LITERATURA.

Coordinadores:
Francisco Gallardo (Museo Chileno de Arte Precolombino)
Patricio de Souza (Postgrado en Antropología UCN-UTA)

Comentarista:
Paula Martínez Sagredo

Que la arqueología pertenece al reino de la ciencia como algo distinto al arte y la filosofía no admite discusión. Más polémico resulta para los especialistas la definición precisa de su estatus científico. Ningún acuerdo existe al respecto, en especial si los argumentos provienen del procesalismo o post-procesalismo, sea este estructuralista, marxista o simbólico. Más acá de este barullo muchas veces orientado por la simple  descalificación, es asombroso constatar que todas las perspectivas en arqueología están afectadas por un principio de expresión transversal: la escritura. No hay que ser extremadamente perspicaz para saber que escribir necesariamente depende de estrategias textuales, soluciones cuyos orígenes por definición residen en la literatura considerada como creación artística. El antiguo ideal que diferenciaría la escritura científica de la literatura, vale decir un formula de expresión básicamente denotativa versus otra puramente connotativa, no tiene bases científicas. En especial si consideramos la presencia persistente de lenguajes metafóricos en la escritura arqueológica como libros, artículos, prólogos, reseñas, homenajes, obituarios, memorias, ensayos y diarios de viaje. Cada uno de estos campos constituyen géneros de la “literatura arqueológica” y aunque no existe estudio alguno, sabemos internamente que cada uno de ellos se rigen por un conjunto preciso de reglas. Nadie escribiría un obituario como si reseñara un libro. Los lectores con seguridad se sentirían ofendidos por la insensibilidad del escritor.

Sabemos que escribimos, pero dudamos que sepamos como lo hacemos, menos aun cuales las diferencia que median entre los modos escriturales José Toribio Medina, Ricardo Latcham, Lautaro Núñez o Hans Niemeyer, por nombrar sólo algunos de nuestros escritores. La interrogante no menor que orienta este simposio es ¿Cómo afecta la literatura y sus cambios históricos a la “literatura arqueológica”? y, por consecuencia, ¿Por qué es necesario el uso de expresiones o estrategias literarias? Claramente no es irrelevante preguntarse ¿Por qué la escritura científica es deficitaria a la hora de la comunicación disciplinaria? Este simposio está abierto para un conjunto amplio de propuestas y expresiones. Lo anterior incluye desde análisis de textos arqueológicos, hasta narrativas que ejemplifiquen no sólo cómo la literatura afecta a las “literaturas arqueológicas”, sino también como la propia praxis y experiencia adquirida a través de la arqueología puede infiltrarse en textos literarios de otra índole, incluyendo diarios, memorias, cuentos, novelas, cartas, ensayos y poesía.

SIMPOSIO 3.
PAISAJE, ASTRONOMÍA  Y RITUALIDAD EN LOS ANDES CENTRO-SUR:   LA CONSTRUCCIÓN DE NARRATIVAS DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CULTURA

Coordinadores:
Ricardo Moyano (Escuela Nacional de Antropología e Historia, México)
Iván Leibowicz (Universidad de Buenos Aires, Argentina)

Comentaristas:
Johanna Broda (IIH, Universidad Nacional Autónoma de México)

En las últimas dos décadas se han incrementado notablemente, en la arqueología sudamericana, los trabajos referidos al estudio del paisaje, como una variable central dentro del análisis de las sociedades pretéritas e indígenas contemporáneas. Este tipo de iniciativas, ha incluido generalmente aspectos relacionados con la cosmovisión y la religión, enfatizando en conceptos como la geografía sagrada, la percepción del entorno y el  paisaje ritual, dentro de  la  llamada arqueología del  paisaje. Acercarse al  paisaje de  modo crítico y reflexivo, implica no percibirlo como algo ascético y transparente, sino como un lugar lleno de relaciones de poder, conflicto, emociones y vivencias. En otras palabras cómo el resultado de relaciones simbióticas entre el mundo conocido y los seres humanos. Desde un punto de vista fenomenológico, yendo más allá de las divisiones clásicas entre las nociones de naturaleza y cultura. En este contexto, nace la necesidad de incluir  la “observación del cielo” como una categoría analítica dentro del análisis del paisaje. En otras palabras, definido como el estudio de la relación que establecen los seres humanos, desde su cultura, con el cielo y los fenómenos que hacen parte del mismo, desde el punto de vista de la cultura. En este simposio se intenta reflexionar acerca de los conceptos de paisaje, astronomía y ritualidad, a partir de las distintas miradas y enfoques teóricos que ofrecen la fenomenología del paisaje, la arqueología del ritual y la arqueoastronomía en contextos culturales centro-sur andinos. Continuando con los esfuerzos de ICA 2003 y 2009, Oxford 2011 y UNESCO-ICOMOS 2004-2011. La invitación se hace extensa a profesionales de arqueología, las ciencias históricas y sociales, así como investigadores de disciplinas afines como la astronomía, la geodesia y geomática, la topografía, la fotografía y la arquitectura del paisaje.

SIMPOSIO 4.
DISCUTIENDO LA PALEODEMOGRAFÍA EN LA ARQUEOLOGÍA DEL CONO SUR

Coordinadores:
César Méndez (Departamento de Antropología , FACSO, Universidad de Chile, Santiago)
Luciano Prates (CONICET – División de Arqueología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nac)ional de La Plata, La Plata.)

Comentarista:
Por confirmar

El uso de los conjuntos de edades 14C como medidas indirectas demográficas se observa como un método de aproximación de creciente significado para el estudio de los cambios poblacionales en distintas regiones. El comportamiento estadístico de las edades 14C ha sido usado para investigar los avances poblacionales en escalas espaciales amplias, identificar mermas demográficas regionales, evaluar la relación entre cambios ambientales y humanos y dimensionar el cambio cultural. Si bien posee un escaso desarrollo y aplicación en el Cono Sur existe un creciente interés por abordar problemas humanos del pasado por medio de conjuntos de datos que no dependan necesariamente de las características formales del registro material. Los conjuntos de edades 14C llenan ese vacío al abordar principalmente las fluctuaciones en la magnitud de la señal arqueológica en el tiempo y espacio. Sin embargo, dada la corta trayectoria de este tipo de enfoques, resulta relevante discutir aspectos metodológicos respecto a su aplicabilidad; como programas usados, métodos de calibración, selección de datos, definición de eventos ocupacionales y alcances de las inferencias, entre muchos otros. Consideramos que una sesión de este tipo permitirá abordar los temas de paleodemografía humana y de intensidad regional de las ocupaciones del Cono Sur a partir de la exposición de casos de estudio que permitan generar un estado del arte de la discusión. Asimismo, es la intensión de este simposio que no se limite la presentación de casos a un periodo específico, sino que más bien sea una instancia transversal donde se aborden las virtudes y limitaciones del uso de conjuntos de edades 14C. Las bases de datos radiocarbónicas podrán ser abordadas en sí mismas, comparadas con archivos ambientales y/o con conjuntos de cultural material. Finalmente, se aceptarán trabajos que permitan comparar este enfoque con otros métodos que aborden el problema demográfico desde ópticas diferentes, y que basados sobre otros conjuntos de datos, ayuden a calibrar nuestros alcances.

SIMPOSIO 5.
ARQUEOLOGÍA DE LA VIOLENCIA POLÍTICA RECIENTE

Coordinadores:
Iván Cáceres Roque
Lautaro Núñez Atencio (Universidad Católica del Norte)

Comentarista:
José Berenguer R. (Museo Chileno de Arte Precolombino)

Con el Golpe de Estado de septiembre de 1973, se aplicaron diversos métodos de violencia política en Chile: ejecuciones sumarias, prisión y torturas en centros de detención, secuestros y desaparición forzada de personas, entre las más notorias.  En los casos de muerte violenta los cuerpos de las víctimas fueron, en un primer momento,  abandonados en calles y ríos, entregados a sus familiares o inhumados en cementerios públicos. Pero luego, y con la intención de invisibilizar los crímenes, se recurrió a la técnica represiva conocida como “desaparición forzada de personas”.   Al igual que Chile, gran parte de Latinoamérica fue afectada por dictaduras militares que provocaron torturas, muertes y desapariciones en su población. Durante los últimos 25 años numerosos arqueólogos chilenos han documentado –en el marco de investigaciones forenses– los crímenes de la dictadura mediante la excavación arqueológica de sitios de inhumación de las víctimas. También han realizado investigaciones en centros de detención; y desde el ámbito técnico se han desarrollado y aplicado nuevas estrategias de obtención de muestras en cuerpos, elementos culturales y en los propios centros de detención, tortura y muerte.

El simposio pretende convertirse en una instancia de reflexión, evaluación  y diálogo entre los especialistas que han desarrollado trabajos en este ámbito. Se pretende conocer los problemas teóricos y metodológicos que surgen en esta arqueología de la violencia reciente. Algunos de estos problemas apuntan a la construcción de datos científicos que tienen validez legal, al uso de la memoria como fuente de información y al establecimiento de nuevas estrategias de análisis óseos y culturales, entre otros. Actualmente el arqueólogo es un partícipe fundamental en los equipos de trabajo que auxilian a  la justicia, ya sea como especialista particular o como miembro de los equipos de las policías y del Servicio Médico Legal. Por lo tanto, la reflexión se torna ineludible.

SIMPOSIO 6.
APLICACIÓN DE SIG Y ANÁLISIS TERRITORIALES EN ARQUEOLOGÍA

Coordinadores:
Rolando Ajata López (Postgrado en Antropología, UCN-UTA)
Doina Munita (Universidad de Temuco)

Comentaristas:
María José Figuerero (Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires).
Bernardita Ladrón de Guevara (Jefa Unidad de Geoinformación del Patrimonio en Sistema Nacional de Coordinación de Información Territorial (SNIT); Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR)).

La  utilización  de  Sistemas  de  Información  Geográfica  (SIG)  en  la  arqueología  nacional  constituye  un
fenómeno relativamente reciente, existiendo escasas publicaciones sobre el tema. Su principal uso se encuentra en informes técnicos que no llegan a prosperar en publicaciones, especialmente en el contexto de estudios de impacto ambiental (SEA), informes FONDECYT u otros estudios de tipo patrimonial. A nivel gubernamental, el uso de SIG sólo en la última década se está introduciendo y arraigando gradualmente en las instituciones que tratan sobre la planificación y ordenamiento del territorio. Precisamente, la institucionalidad relacionada con el patrimonio arqueológico, como son el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), el Sistema Nacional de Coordinación de Información Territorial (SNIT) y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), se encuentran sistematizando procedimientos que permitan registrar de manera estandarizada y georreferenciada el patrimonio arqueológico nacional. En este sentido, existen cada vez mayores requerimientos institucionales y empresariales para la entrega de datos arqueológicos georreferenciados (sistema SITUS), lo que conlleva necesariamente a utilizar sistemas de procesamiento espacial de los datos.

Por su parte, el patrimonio arqueológico presenta un alto valor social, cultural y económico, constituyendo un elemento que le otorga significación al paisaje, siendo un componente relevante en el ordenamiento y la oferta del territorio. A pesar de ello y de los esfuerzos institucionales llevados a cabo en elaborar catastros de recursos patrimoniales, este patrimonio aún se encuentra prácticamente ausente de las políticas nacionales de planificación territorial. Por ello, es necesario que además de la creación de información territorial arqueológica estandarizada, se trabaje en sistemas de gestión de la información que permitan un adecuado trabajo de planificación y gestión del territorio; la aplicación de instrumentos de planificación territorial; la creación de procedimientos de zonificación de áreas territoriales a escalas micro y macro; la definición de áreas de influencia patrimoniales, entre otras.

Este simposio busca reunir experiencias en torno al uso de los SIG en la arqueología nacional y áreas vecinas, considerando que actualmente existe una amplia disponibilidad de software con potentes herramientas de geoprocesamiento, ofreciendo importantes posibilidades de análisis para la comprensión de patrones territoriales en la prehistoria y en la gestión del territorio. Por ello, nos interesa conocer los manejos metodológicos, marcos teóricos de referencia y su utilización en la planificación y ordenamiento del territorio. De acuerdo a esto, proponemos una serie de temas que pueden resultar de interés en este simposio, en los cuales se aplican los SIG en arqueología: diseños de prospección; análisis de territorios y paisajes; patrones de ocupación territorial; planificación y gestión territorial; modelos predictivos; entre otros.

SIMPOSIO 7.
ARQUEÓLOGOS Y COMUNIDAD LOCAL: UNA RELACIÓN PRESENTE ATRAVESADA POR LA MATERIALIDAD DEL PASADO

Coordinadores:
Patricia Salatino (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires- CONICET)
Diego Artigas (Universidad de Academia de Humanismo Cristiano)

Comentaristas:
Victoria Castro (Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile)
Rafael Curtoni (INCUAPA, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires)

El  presente  simposio  propone  reflexionar  sobre  las  implicancias  sociales  de  la  práctica  arqueológica,
pensando la triple relación entre arqueólogos, comunidad local y la materialidad que constituye su objeto de estudio. Por comunidad local, se entiende el conjunto heterogéneo de actores sociales que se relaciona espacial y simbólicamente con la materialidad arqueológica en una determinada localidad (Prats 2005), pudiendo involucrar comunidades urbanas, indígenas o campesinas. Se busca así iniciar un intercambio crítico de experiencias que den cuenta cómo se desenvuelve esta triple relación en casos específicos durante cualquiera de las instancias de la práctica disciplinar: análisis, interpretación y gestión (Curtoni y Endere 2003). Se propone reflexionar sobre: 1) cómo se inserta la práctica arqueológica en la realidad socio-cultural de las comunidades locales; 2) cómo se posicionan dichas comunidades con respecto al arqueólogo y su accionar en el territorio; y 3) cómo es percibida la materialidad arqueológica por los distintos actores sociales implicados. El tratamiento de estos temas permite asimismo plantear nuevas preguntas y pensar vías  de  resolución  a  problemas  epistemológicos,  teóricos  y  metodológicos  vigentes  al  interior  de  la disciplina.

SIMPOSIO 8.
LENGUAJES VISUALES Y SISTEMAS ICONOGRAFICOS: “ESTADO DE LA CUESTION” EN EL ESTUDIO DE LAS REPRESENTACIONES DEL MATERIAL ARQUEOLOGICO.

Coordinadores:
José Luis Martinez (Facultad de Filosofía, Universidad de Chile)
Helena Horta (IIAM- Universidad Católica del Norte)

Comentarista:
Pablo Cruz, Conicet, Argentina

Durante las últimas cuatro décadas los estudios centrados en la representación visual del objeto arqueológico han ido ganando espacio y cobrando más cultivadores tanto en Chile como en otros países del área centro-sur andina. Creemos que ello obedece - en parte - al hecho de que el material arqueológico del área mencionada ofrece un enorme caudal de información factible de ser estudiada, descifrada e interpretada por arqueólogos y otros especialistas de las ciencias sociales. De ello dan cuenta los análisis pioneros de destacados investigadores tales como G. Kubler, E. Yacovlev, J. Rowe, A. Sawyer, A. Rex González, quienes iniciaron la senda del análisis de imágenes del arte prehispánico, y establecieron tempranamente estrategias metodológicas que aún hoy permanecen vigentes.  La influencia inspiradora de las obras de dichos estudiosos se ha materializado en los trabajos y propuestas de una larga lista de  investigadores locales, quienes han ampliado fuertemente los tópicos y los soportes analizados; de esta manera, contamos hoy con estudios centrados en los lenguajes visuales del arte rupestre (A. Troncoso, I. Montt, G. Pimentel, F. Gallardo, entre otros); de textiles, vestimenta y tocados (J. Chacama, H. Horta); de queros (J. L. Martínez); de elementos del complejo alucinógeno (A. Llagostera, C. Torres, J. Berenguer), así como de cerámica (M. Uribe; P. González). De esta forma, pareciera ser oportuno incluir en el congreso un simposio que reúna a investigadores interesados y cultivadores del tema, con el objetivo de promover el intercambio de ideas y aproximaciones metodológicas que contribuyan a reforzar el estudio de los lenguajes visuales en el material arqueológico de Chile y países vecinos. Al mismo tiempo, tal evento y ocasión permitiría establecer un “estado de la cuestión” respecto de las investigaciones hasta aquí realizadas, a la vez que serviría como evaluación general de su contribución al entendimiento de los fenómenos sociopolíticos y religiosos de las sociedades del pasado centro-sur andino.

SIMPOSIO 9.
SOCIEDADES EN TRÁNSITO: EL FACTOR LOCAL EN EL MARCO DE LOS CAMBIOS CULTURALES DURANTE EL PERIODO FORMATIVO.

Coordinadores:
Iván Muñoz O. (Departamento de Antropología, Universidad de Tarapacá)
Mauricio Uribe R. (Departamento de Antropología, Universidad de Chile)

Clásicamente la arqueología americana ha concebido el período Formativo como el momento en que las sociedades “arcaicas” de tradición cazadora recolectora incorporan e implementan estrategias económicas novedosas que permitirán la producción de excedentes, el paso de estrategias de apropiación a producción y distintos niveles de acumulación (Willey y Phillips 1958; Rowe 1962; Lumbreras 1981; Olivera 2002). Dicha transformación supone un cambio en el patrón de asentamiento con la aparición de ocupaciones estables, a modo de aldeas, y el notable surgimiento de arquitectura ceremonial y pública (Raffino 1977). Lo anterior tendrá directa relación con otra de las más significativas características de este período que alude a una mayor complejidad y desigualdad tendiente a la aparición de formaciones sociales no igualitarias adscritas a jefaturas y señoríos (p.e., Sarmiento 1986; Goldstein 2000; Stanish 2006).

En una reciente síntesis, Lumbreras (2006) en el marco de una postura marxista y postcolonial, interpela la forma en cómo hemos construido este período de la prehistoria americana y su secuencia cronológica en general. En su perspectiva, la definición del Formativo resulta de la tensión generada entre la visión evolucionista lineal del colonialismo europeo y el imperialismo norteamericano, reactivo a su vez al historicismo boasiano, dando lugar a aproximaciones multi y neo evolucionistas que permitirán explicar el tránsito lógico y esperable de un período a otro como también la existencia de pueblos diferentes. En este contexto y por medio del derrotero establecido por Wittfogel, White y Steward entre otros, nuestro Formativo americano no es otra cosa que el correlato del Neolítico europeo y como bien señala el autor, hoy se cuestiona el valor histórico evolutivo e histórico cronológico del concepto puesto que hay formativos de muy diferente data y características culturales. En sus términos “No es indicador de período ni de época. En cada región su uso difiere, aunque, sin embargo, se mantiene, como se mantienen las categorías de Neolítico o similares” (op.cit.: 13).

Bajo este paradigma se ha construido la arqueología andina y, en particular, la del Norte Grande de Chile
(Lumbreras 1994). Así, las características de la cultura material han permitido argumentar que este periodo  se relacionaría con un proceso cúlmine de complejidad social, donde se inician la producción de alimentos, especialización del trabajo, sedentarismo y vida aldeana (Núñez 1989; Muñoz 1989). Esta propuesta implicaría una etapa donde los desarrollos formativos locales demostrarían una marcada integración de elementos regionales costeros, vallunos y altiplánicos que conformarían sistemas sociales basados en una economía agrícola y ganadera, relaciones de reciprocidad, intercambio institucionalizado y complementariedad ecológica, permitiendo el surgimiento de ciertas elites legitimadas desde el plano religioso y por su conexión con los núcleos civilizatorios del altiplano (Rivera 1994; Núñez y Dillehay 1995). Como adenda a este argumento se ha planteado, en mayor o menor grado, que los elementos altiplánicos y de la vertiente oriental andina estaban ingresando a Chile desde las tempranas fases Azapa o Faldas del Morro en Arica (1300-500 AC), y contemporáneamente a Tilocalar y Toconao en el Salar de Atacama (Rivera 1985,  2002;  Thomas  et  al.1988-89;  Núñez  1994),  promoviendo  o  produciendo  el  cambio  social  y  la complejidad política.

En este contexto, las investigaciones del Formativo en el Norte Grande han destacado el carácter innovador y progresista de este proceso y de las poblaciones, haciendo suyos los contenidos paradigmáticos del proceso de neolitización de los grupos arcaicos. Se ha elaborado prácticamente una “utopía” sobre la complejidad andina, que resulta cuestionable ante las concepciones sociales que maneja la teoría social y la antropología (Althusser 1974; Clastres 1978; Foucault 1979; Geertz 1987; Anderson 1993; Giddens et al. 1995; Bourdieu 1997; Gellner 1997; Ricouer 1999). Esta noción cuasi-revolucionaria del Formativo juega un papel clave en la secuencia global de la prehistoria americana. De esta manera, “en el discurso arqueológico se  ha  privilegiado  el  período  formativo  como  el  momento  en  que  se  originan  importantes  rasgos ‘civilizatorios’, procesos que permitirían a la postre la aparición de sociedades estratificadas amparadas en una producción económica excedentaria. En la mitología arqueológica no existe mejor salvaje que este buen salvaje. Encierran estos transformistas una sospechosa (o diálectica) contradicción entre el conservadurismo del que participan y el hecho de constituirse en creadores por excelencia” (Adán 1998: 5).

Frente al panorama anterior, los avances y también los “silencios arqueológicos” (Núñez 1979:173) en la investigación del Formativo en el Norte Grande, han llevado a una intensa discusión en torno al origen, consecuencias y bases sobre las que se ha reconstruido esta crucial parte de la historia-prehistoria de las sociedades andinas en cuestión (Muñoz 2004). Por ejemplo, Muñoz indica “que a pesar de que en el período Formativo las sociedades se encaminaban hacia el cambio agrícola aldeano, la costa bajo el concepto económico  y  cultural  siguió  siendo  la  base  sobre  la  cual  estas  sociedades  formativas  de  los  valles occidentales se proyectaron a través del tiempo” (op. cit.:224-225). Asimismo, “el análisis de las evidencias habla de una población que debió haber conocido su hábitat y que…el conocimiento de las plantas, animales y recursos naturales fue parte esencial de su existencia” (op. cit.:222). Incluso, el “progreso” al modo del Neolítico que se vislumbra a partir de las palabras de otros investigadores (Núñez 1989), se vuelve aún más discutible cuando consideramos que “el estado de salud de las poblaciones formativas fue precario, con enfermedades broncopulmonares y gastrointestinales que causaron la muerte en especial a los niños y recién nacidos. Esta situación demostraría lo complejo que fue para las poblaciones locales cambiar los hábitos alimenticios, o insertarse en nuevas áreas de asentamiento como consecuencia del trabajo agrícola” (Muñoz 2004:223).

De acuerdo a lo anterior, este simposio propone un debate en profundidad de las sociedades transicionales de los períodos Arcaico y Formativo del Norte  de Chile y regiones aledañas del Perú, Bolivia y Argentina por medio de una caracterización bien documentada de su base económica y ambiental. Esperamos que esta reflexión permita la comprensión de la condición concreta que constituyó el escenario para las dinámicas de interacción y movimiento de bienes, que como sitios y objetos constituyeron un discurso ideológico distinto y alternativo a los momentos históricos precedentes.


SIMPOSIO 10.
HACIA UNA ARQUEOLOGIA PÚBLICA: NUEVAS ESTRATEGIAS DE DIFUSION DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN CHILE

Coordinadores:
Gabriela Carmona S. (Becaria CONICYT. Programa de Doctorado en Prehistoria, Arqueología y Patrimonio UAM).
Flora Vilches (Departamento de Antropología, Universidad de Chile)

Comentaristas:
Juan Blanquez Pérez (Universidad Autónoma de Madrid)
Dante Angelo (Departamento de Antropología, Universidad de Tarapacá)

Uno  de  los  problemas que  la  arqueología chilena  arrastra desde  sus  inicios como  disciplina científica (Cornejo 1997), es la incomprensión o indiferencia que genera en la sociedad global. Esto se debe, entre otros factores, al poco conocimiento y acercamiento formal del público general al tema, pese a que una mayoría de la población tiene un interés real en conocer sobre arqueología y el pasado del país. En los últimos años, además, se incrementó considerablemente el número de arqueólogos chilenos y con ello aumentaron las experiencias de difusión de sus investigaciones. No obstante, tradicionalmente la difusión de las actividades arqueológicas se dejaba a cargo de los museos, limitando en gran medida su potencial aporte a la comunidad. Esta situación ha ido cambiado gradualmente y últimamente se multiplican las iniciativas de divulgación de la labor de los arqueólogos, adquiriendo diversas formas, tales como: libros, charlas, conferencias, exposiciones, cursos y talleres de arqueología y de educación patrimonial, páginas webs, documentales, cómics, programas de radio, creación de museos de sitio, y otros. Estas iniciativas contribuyen en ir dejando atrás la subvaloración que generaba la socialización de los conocimientos en el seno de la arqueología científica, acortando la brecha entre el público y el arqueólogo.

A pesar de lo anterior, no se ha avanzado lo suficiente y, en general, seguimos siendo una profesión desconocida en el plano divulgativo. En materia de educación, pese a las grandes reformas educacionales desarrolladas en las últimas décadas, los programas de estudio sólo tratan periféricamente temas relacionados con Arqueología y Prehistoria. Por otra parte, en los últimos años, han disminuido las visitas pedagógicas realizadas a los museos. De los tres millones de estudiantes de primaria y secundaria que hay en Chile, no más de 500.000 visitan los más de 200 museos que existen en el país (Palma, 2009). Además de museos, carecemos de centros culturales o de investigación del ámbito arqueológico y los “museos de sitio” o sitios arqueológicos que existen adaptados para la  visita de público son escasos y  subutilizados. En general, la situación contrasta con el desarrollo económico sostenible de nuestro país en los últimos años y la demanda de turismo cultural emergente. Paralelamente, sabemos que la sociedad chilena no es una entidad homogénea sino que está compuesta por múltiples grupos y comunidades con identidades particulares. En el caso de las comunidades indígenas que, en muchos casos son descendientes directos de culturas arqueológicas que nuestra disciplina estudia, se ha hecho obvia la necesidad de hacerlas parte del proceso de gestión de dicho patrimonio cultural, pues la autoridad de los arqueólogos como únicos gestores del pasado se ha visto crecientemente cuestionada. Del mismo modo, en los últimos años la arqueología chilena ha ido ampliando su objeto de estudio y no sólo se ha restringido al estudio del pasado remoto prehistórico. La  investigación  del  pasado  más  reciente  ha  significado  interactuar  con  distintos  grupos sociales que muchas veces han demostrado interés por jugar un rol importante en el conocimiento y difusión de su pasado. Surge, entonces, la necesidad de enfrentar críticamente el tema de la difusión -o del aspecto público de la arqueología- no sólo discutiendo la efectividad de sus métodos (el cómo) sino también de sus bases: por qué y para qué lo hacemos, cuáles son sus alcances y limitaciones, de qué manera estamos entendiendo nuestra disciplina.

Siguiendo estos planteamientos, este Simposio tiene como objetivo dar a conocer y generar una discusión acerca de las recientes y diversas experiencias llevadas a cabo en Chile en el ámbito de la arqueología pública, entendida como el estudio y la práctica de las relaciones entre la arqueología y la sociedad actual, especialmente en las esferas sociales, políticas y económicas. Esperamos cubrir temáticas que van desde el rol social de la arqueología en Chile, la imagen pública de la arqueología, el uso político de la arqueología, la relación entre arqueología y comunidades, la generación de conciencia patrimonial sobre lo arqueológico por la sociedad en su conjunto, el impacto económico de la arqueología, hasta otras más amplias, como la conformación de identidades, el resguardo de la memoria, el patrimonio inmaterial, etc. Cuestiones que convergen en torno a la democratización de los saberes de la arqueología y cómo esta debe ser asumida por la comunidad arqueológica, convirtiéndola en una actividad tan importante como la investigación en si misma. Dentro de esta discusión es vital considerar no solamente el punto de vista arqueológico, sino también la visión de otros actores para la configuración de fundamentos teóricos y metodológicos sólidos que nos permitan realizar un aporte a las nuevas políticas públicas de conservación y difusión del patrimonio arqueológico.

SIMPOSIO 11.
DIAGUITAS CHILENOS: RELACIONES CULTURALES A PARTIR DE LA CULTURA MATERIAL E ICONOGRAFÍA

Coordinadores:
Paola González Carvajal
Javier Tamblay Sepúlveda

Comentarista:
José Castelleti Dellepiani

En  su  desarrollo  a  través  del  tiempo,  la  cultura  Diaguita  Chilena  evidencia  en  su  cultura  material  e iconografía la existencia de diversas influencias culturales. De igual modo, una vez configurada como una entidad cultural, en su época de apogeo (fase II o Clásica y fase III o Diaguita-Inca) esta cultura actúa también como emisora de pautas culturales, reconocibles principalmente a través de sus manifestaciones icónicas, y con un área de dispersión que considera el área de Copiapó, Chile Central y la zona trasandina de Mendoza. No obstante, se ha prestado escaso interés a este conjunto de relaciones culturales presentes en la génesis y desarrollo de la cultura Diaguita, en el sentido de caracterizar su naturaleza y efectos en la construcción de lo que podemos denominar como una identidad Diaguita. Este conjunto de relaciones culturales se perciben, por ejemplo, en áreas vecinas. F. Garrido (2004, 2007) destaca la base cultural común que presentan, tanto la cultura Diaguita como la Cultura Copiapó, compartiendo ambas en su secuencia inicial un antecedente   Ánimas. Por otra parte,   P. González (1997) destaca al comparar los patrones  Decorativos de la cultura Aconcagua y Diaguita que comparten una herencia común, y que las diferencias observadas en la decoración cerámica sería más bien una estrategia identitaria o de autoidentificación, ya que comparten una gran cantidad de referentes de su cultura material (puntas de proyectil, espátulas para consumo de sicoactivos, antaras, entre otros) y también principios simbólicos duales en su organización social.

El esclarecimiento de las relaciones culturales presentes en la cultura Diaguita es relevante también para el esclarecimiento de su origen. A este respecto, a comienzos del siglo XX, Aureliano Oyarzún (1910) discute extensamente acerca de las influencias peruanas en los pueblos prehispánicos chilenos, destacando elementos de la ergología Diaguita Chilena. Esta discusión es retomada por Latcham (1928), y posteriormente, por  Cornely    (1956) quien  plantea    influencias "Chinchas" de  la  costa  peruana en  la cerámica de la fase Transición (Diaguita I), caracterizada por una gran riqueza de diseños geométricos en la decoración. No obstante, hasta la fecha no contamos con antecedentes sistemáticos que permitan reevaluar estos antiguos postulados relativos a posibles influencias culturales preincas, procedentes del Perú, en el desarrollo de la cultura Diaguita. Más aún, el origen de la cultura Diaguita es un tema no zanjado, en el cual gravitan ideas como su vinculación con desarrollos del Noroeste Argentino, influencias amazónicas y de Tiwanaku, entre otras.

En definitiva, el propósito de este simposio es superar el sesgo de entender la cultura Diaguita como una isla en el espacio y tiempo, y abordar sistemáticamente los ejemplos de intercambio cultural, a lo largo de su desarrollo y considerando tanto las secuencias regionales cercanas, como también las relaciones culturales de más largo alcance. Específicamente, este simposio busca profundizar en el tema de las relaciones culturales acaecidas en el  área diaguita, a través del análisis de la cultura material y de la iconografía. Sobre este último aspecto, invitamos a los expositores a explorar las coincidencias iconográficas o morfológicas no como rasgos aislados, sino como pertenecientes a una matriz ideológica común, y en ciertos casos, como una escuela estilística.

SIMPOSIO 12.
NUEVOS APORTES SOBRE EL PERIODO MEDIO

Coordinadores:
Juan Chacama R. (Departamento de Antropología, Universidad de Tarapacá)
Antti Korpisaari (Departamento de las Culturas del Mundo, Universidad de Helsinki, Finlandia)

Cada cierto número de años la investigación científica sobre algunos viejos temas se renueva, avanza y propone nuevas miradas. En este caso, nos referimos al Período Medio en el área Centro Sur Andina. Bajo el nombre genérico de “Nuevos aportes sobre el Periodo Medio” invitamos a participar a los distintos investigadores que trabajan este tema en el sur peruano, altiplano y valles de Bolivia y en el norte chileno. Interesa que los participantes presenten nuevas contribuciones en torno a los avances en el área nuclear de Tiwanaku, las relaciones entre dicha área y las zonas aledañas y las relaciones llevadas a cabos entre estas últimas. Por otra parte, es de interés que además de presentar modelos explicativos, los investigadores den a conocer los indicadores y materialidades que sustentan sus propuestas.


SIMPOSIO 13.
ESTRATEGIAS Y PROCESOS DE DOMINACIÓN Y RESISTENCIA EN LA CONQUISTA Y LA COLONIA. ARQUEOLOGÍA Y ETNOHISTORIA AL SUR DE SANTIAGO.

Coordinadores:
Jacob Sauer, PhD (Vanderbilt University)
Rodrigo Mera (Universidad de Chile)

Comentaristas:
Tom D. Dillehay (Vanderbilt University)
Leonardo León. (Profesor de Historia Mapuche y Colonial de Chile, U. de Chile)

La llegada de europeos al actual continente americano a fines del siglo XV implicó importantes cambios culturales para las sociedades originarias, quienes - la mayoría de las veces, de manera forzada - vieron afectados sus modos de vida, tecnologías, sistemas políticos, económicos y sociales; del mismo modo, los europeos también vivieron relevantes cambios en su idea de “colonizar” estos territorios, particularmente en su forma de convivir con quienes aceptaron su presencia y quienes les resistieron tenazmente. Luego de la Fundación de Santiago en 1541 y de la consolidación de la estrategia de dominio y apropiación del territorio por parte de los españoles, que resulta en la fundación de ciudades planificadas y fortificadas en puntos estratégicos del valle y la costa central de Chile, el Gobernador Valdivia dirigió su estrategia política a intentar  el  acceso  y  dominio  militar  en  lugares  puntuales  al  sur  del  Bío-Bío.  Se  buscó  controlar principalmente sectores conocidos de antemano y que le permitirían el acceso y la circulación expedita hacia las áreas de explotación y producción de oro (minas y lavaderos), que ya conocía y que motiva económica y simbólicamente los primeros años de la Conquista. Se trata de una estrategia  militar dirigida a asentarse y poder explotar económicamente Quilacoya, Madre de Dios y la futura Villa Rica.

De esta manera se fundarían, en un acelerado pero planificado proceso, La Imperial, Valdivia y Villarrica, ciudades estratégicamente ubicadas, que durante 50 años consiguieron volver a explotar los mismos yacimientos que hacía menos de un siglo habían trabajado los funcionarios formales e informales vinculados al incanato. Primero, el Tawantinsuyu, durante el S. XIV - como parte de una estrategia estatal, de anexar territorios hacia el sur del valle de Santiago - logra establecer una frontera con los grupos mapuche, en las proximidades del río Maule. Más tarde, los hispanos, consiguen traspasar este límite y acceder más al sur del Bío-Bío, por vía marítima y fluvial hacia puntos estratégicos de este territorio, con el objetivo de acceder y posteriormente explotar los “ricos” yacimientos auríferos. Sin embargo, los grupos locales, entendidos como parcialidades por los peninsulares, responden, formulando una estrategia de defensa del territorio. Como reacción, logran articular mecanismos que, de seguro re-establecen y refuerzan antiguas alianzas intergrupales, de manera que en menos de una generación se reformula y consolida la respuesta política y militar para enfrentar al invasor.

Este simposio, enmarcado en la Arqueología Histórica, tiene como objetivo discutir acerca de los diferentes procesos y estrategias usados por los grupos locales (mapuche) para enfrentar este “choque de culturas”, primero con los Incas (s. XIV) y luego los españoles (s. XVI a XVIII), del mismo modo considera los intentos de estos grupos foráneos en su intento de anexar nuevos territorios y poblaciones locales en su dinámica de  expansión. En ese sentido nos interesa discutir entre otros temas ¿Cuáles fueron las diferentes estrategias empleadas por los incas y españoles en sus intentos colonizadores y cuáles fueron las estrategias usadas por los grupos mapuche en su resistencia? ¿Cuáles son los procesos de colonización y resistencia que hubo durante la Conquista y que siguieron durante la Colonia, especialmente al sur del Bío-Bío? ¿Cómo lograron los mapuche ser la única sociedad que consiguió rechazar los procesos de incorporación que tanto incas como españoles intentaron al sur de los valles del Maule y del Bío-Bío y al mismo tiempo extender su propia cultura hacia la Patagonia Argentina?

SIMPOSIO 14.
INTERACTUEMOS TAMBIÉN NOSOTROS: EL ESTADO DE LA INVESTIGACIÓN CERÁMICA EN EL CENTRO SUR ANDINO

Coordinadores:
Emily Stovel (IIAM- Universidad Católica del Norte)
Beatriz Cremonte (Universidad Nacional de Jujuy- CONICET)

Comentarista:
Myriam Tarragó

Desde las obras de síntesis muy reconocidas de Bennett, Ibarra Grasso y Rex González, son pocos los trabajos que buscan abordar de manera regional el conocimiento de la cerámica del Centro Sur Andino, y menos aún desde una perspectiva multi-regional. Esta debilidad, debida en gran parte a la amplitud del campo de estudio actual de la cerámica arqueológica, y a diferentes trayectorias y prioridades de las investigaciones, dificulta la comunicación entre colegas de los distintos países involucrados y reduce el entendimiento mutuo de fenómenos de interacción a una serie de contribuciones más bien nacionales. Además, en los últimos 20 años se han incrementado notoriamente las investigaciones en la región construyéndose nuevas tipologías cerámicas y sus cronologías, principalmente en espacios previamente desconocidos. El presente simposio propone reunir a especialistas en cerámica arqueológica de Bolivia, Argentina y Chile como una manera de continuar las conversaciones iniciadas en el congreso de arqueometría de Arica realizado en Octubre de 2011. En esta oportunidad proponemos como objetivos concretos y ejes de discusión intercambiar y actualizar el conocimiento de la cerámica a través de las clasificaciones analíticas elaboradas en cada región, explorar los modelos de interacción, y así como la expresión de lo ritual y de identidad basados en ellas, y pensar posibles caminos de investigación coordinada y de mayor comunicación.


SIMPOSIOS REGIONALES
SIMPOSIO NORTE GRANDE
Coordinadores: Vivien Standen, Simón Urbina

SIMPOSIO NORTE SEMI-ÁRIDO
Coordinadores: Gloria Cabello, Donald Jackson
SIMPOSIO CHILE CENTRAL
 Coordinadores: Itací Correa, Andrea Martínez

SIMPOSIO SUR DE CHILE Y EXTREMO SUR
 Coordinadores: Francisco Mena, Roberto Campbell

POSTERS

Coordinadores: Daniella Jofré, Matías Corvalán, Adrián Oyaneder

3 comentarios:

  1. Hola, soy alumna de Antropología de la UdeC, me gustaría saber si tienes información sobre el costo de inscripción para estudiantes de pregrado
    Saludos
    =)

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  2. Hola,

    Desde la organización del XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena aún no han estipulado los precios para el evento. Seguramente se darán a conocer en la próxima circular que se publica en la web de la SCHA: http://www.scha.cl/2011.php
    Revisa allí más adelante. Saludos,

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